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“¿Y cómo hacemos sí no tenemos agua?”
URGENTE es el llamado de ALERTA, en tipografía catástrofe, en rojo, y sí se puede debe repetirse como si se tratara de una GIF; si tiene sonido es acompañada por música estridente.
Así, y recurriendo al valor “performativo” de la comunicación, los considerados Medios Masivos, y quienes se repiten como Medios Masivos, hasta compiten por quien da el “primer aviso”, “la primicia”, los MCM instalan y dan relevancia a una “noticia”. Y cuando se trata de un fallecimiento, inician una cobertura relativa a la importancia de la persona fallecida.
Este ALERTA repercute en “las redes”, según de quién se trata, generalmente cuantas veces haya salido en las “pantallas”, cuan “polémica” haya sido, cuan “famosa” haya sido; en clara referencia o alusión a los MCM. En las redes, aparecen fotos con la persona fallecida, fotos compartidas con la persona fallecida, fotos o videos, sus hazañas, sus logros, y hasta sus tragedias, y porque no hasta sus miserias. Imágenes que se convierten en GIFs, que se trasmiten hasta de celular en celular. Llega un punto, de mayor simbolismo, en la que la persona se transforma en listón o escarapela negra, y empieza a ocupar el extremo superior derecho, o inferior izquierdo, sobrepuesto en la imagen, o en su máxima expresión ocupa, como única imagen, el total del perfil de Facebook, Instagram, Twitter, etc. Entonces, el URGENTE, el ALERTA de los “Medios Masivos” se repite, se transforma, se multiplica exponencialmente; trasciende lectores, lecturas, y espectadores, llega al último rincón, es símbolo, repetido, hasta por quien ni siquiera sabe quién fue Ramona Medina.
“¿Cómo hacemos si no tenemos agua?” Es el final de toda intervención que los MCM tienen en su archivo sobre Ramona. Nobleza obliga, fueron al barrio a preguntarse porque los “villeros no cumplían con la cuarentena”, luego de trasmitir las quejas de los “vecinos” de un Country que quedaron presos de su propia seguridad privada que los instaba a cumplir con la “ley”. Pero en la villa sigue todo como antes, son privilegiados, pueden salir a trabajar, mientras a nosotros no nos permiten mandar a nuestros empleados al local, la fábrica, ni siquiera que vengan a casa, a trabajar, por una gripecita.
“¿Cómo hacemos si no tenemos agua?” Simple y contundente respuesta. Cuando la interpelaban en nombre de la Villa, y todas las Villas, para caracterizar a “una masa” escondida. No hace más de un mes, dentro de la cuarentena, Ramona afirmaba: “Nos piden que nos higienicemos, que nos lavemos las manos, que tengamos mayor cuidado, que nos pongamos tapabocas, que no salgamos a la calle”. ¿Cómo hacemos si no tenemos Agua? Cuando se trataba de sólo un NBI insatisfecho, y no, también, de la Luz, el Gas, y que decir de la comida diaria, que si no alcanza en el comedor habrá que ir a buscarla a Centro.
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En “La 31” o Barrio Padre Mugica, siguen funcionando hasta las ferias callejeras, muestran continuamente las imágenes retrasmitidas de los medios. La seguridad privada de los countries no nos permite ver qué pasa en los SUM o amenities del “Barrio”. Detrás de la Terminal Internacional de Retiro, los medios ingresan con el apoyo de las fuerzas de seguridad.
La pandemia visibiliza el “¿Cómo hacemos si no tenemos agua?”; y tal vez gas, electricidad, y hasta comida. En un extremo de CABA, el distrito con PBG más grande la Argentina, escondido con carteles, sólo se percibían sombras sobre las vías del tren en dirección al centro, y un callejón con más sombras, donde se cuenta uno, dos, tres, y hasta cuatro pisos, sí eso puede llamarse piso. Apaguen las luces del colectivo, aléjense de las ventanillas, estamos pasando por la “Villa 31”. Decía el azafato de abordo, y repetía el chofer, a las siete de la mañana, cuando ingresábamos por la ruta siete a conocer la Capital, poniéndonos en ALERTA, y reconfirmando los títulos catastróficos que tantas veces vemos sobre la “Villa 31”.
Tal vez la villa más grande del mundo, para no errar a nuestra idiosincrasia, custodiada por la policía naval, la gendarmería, la policía federal, la policía urbana. Hay que asegurar la imagen más cabal de nuestro subdesarrollo en el extremo de nuestro máximo desarrollo, cómo sino tuvieran nada que ver el uno con el otro.
Los programas de análisis alimentan, y hasta se retroalimentan, con las opiniones de “las redes”. “La falta del agua no es de ahora, antes de la pandemia faltaba el agua. Hace cuatro años faltaba el agua, hace ocho años faltaba el agua. Siempre faltaba el agua. Es un problema estructural. Es decir hasta deben estar acostumbrados a vivir sin agua”. Nadie, dice que los medios, las redes, se enteraron hoy que no había agua, o peor lo sabían, pero dieron más importancia a otro tema con más rating, o likes, visualizaciones, o que simplemente venda más. Ahora, hay que demostrar que no pueden vivir la cuarentena por lo que es mejor vuelvan a trabajar aunque se enfermen. Mientras nuestros anunciantes cumplan con la pauta, y hasta nuestras repetidoras de las redes tengan recursos para seguir con la polémica. Las redes son divertidas, me ayudan a pasar el tiempo, a pelear sin poner el cuerpo, me divierten, me posicionan como alguien que sabe, que opina, con cultura y preocupación. Soy parte del Medio, incluso soy el Medio. Sigue sin haber agua, y el número de enfermos con covid-19 aumenta dramáticamente en la 31”.
Ramona Medina, de 43 años, parecía tener más, su familia, rompe la cuarentena para abrir su garganta poderosa, y gritar… “¿Cómo hacemos si no tenemos agua?”. Ramona, se expone, se expuso, por ella y por más de 40000, por más de cuantos… cuantos viven en las mismas condiciones que Ramona.
Ramona no murió. “NOS LA MATARON” “¡Ramona no se murió! A Ramona la mataron los dueños del silencio, los cómplices de la indiferencia, los mudos de la justicia, ¡la mataron! Y ahora quien carajo nos explica cómo seguir, cómo seguirá su familia íntegramente internada, cómo seguirán sus hijas Maia y Guada, en silla de ruedas, contagiada, con oxígeno, con discapacidad, sin hablar, totalmente dependiente, ¡ahora sin su mamá!. Dice la Garganta Poderosa.
Ramona Medina, dice el parte de defunción paso a engrosar el escaso número de muertes, producto de la Pandemia; no hay espacio para la falta de agua en un parte de defunción. Escaso número, si se compara con los desarrollados guarismos de los países desarrollados de Chile, Brasil, y los EEUU que superan en 6, y hasta 100 veces las cifras de nuestra subdesarrollada propuesta para enfrentar la Pandemia. Ramonas están muriendo en el mundo Desarrollado, como subdesarrollado, con agua y sin agua. O no. Será que hubiera sido factible evitar la muerte de las Ramonas con agua potable, y dándoles las condiciones necesarias para cumplir la cuarentena; y la Pandemia, y la Cuarentena, se transforman en medio para recordarnos la contradicción.
En fin, Ramona, murió hace menos de un mes. Los Medios cumplieron con el URGENTE y el ALERTA, las redes compartieron, uno, dos, tres días con el rito mortuorio. ¡URGENTE! Ex chica Sofovich aparece muerta en su casa en EEUU. ¡ALERTA! No fue covid-19 afirman sus allegados.
Termine con la tarea, vuelvo al chat, reviso, pongo un like, carita felíz, comparto la noticia en Facebook, y la hago circular a través de mis contactos de Whatsapp, inicio y sigo, hilo de Instagram o Twitter. Opino, logré estar entre los opinadores desatacados de Página 12; comparto, peleo, me enredo en un debate, respondo la encuesta. Respeto la cuarentena, voy a recargar el termo del mate. Me acerco a la estufa. Respondo, y publicó, y público.
Mientras tanto Ramona sigue gritando… la Garganta Poderosa… seguirá reproduciendo su voz. También en las redes. Esta semana, y para que no nos quite tiempo, propongo, visitemos la página La Poderosa. A modo de homenaje a las ramonas del mundo que nos dan catedra de comunicación en tiempos de pandemia. URGENTE ALERTA según datos extraoficiales, de los más de 12000 infectados por COVID-19 en nuestro país alrededor del 30 % corresponde las villas….